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CALIS

1 Episodio (Continuará...)





Episodio 1





Calis Capital Federal, Sexo, Masculino, Edad, 30 años, Pelo, Castaño, Altura, 168 Cm., Religión, no quiero decirlo, Ojos, Marrones, Contextura, Delgado, Estado civil, Soltero/a, Estoy buscando, cualquier cosa, Intereses, Pintura, Arte, Viajes, Cine, Teatro, Libros, Solo diré -sabiendo que todo resumen es más incompleto que subjetivo- que me considero inteligente, sensible, compañero, y que tengo algunas otras virtudes ocultas esperando ser develadas. (De los defectos no es necesario hablar: se ven solos... Esto no debe leerse como índice de “fealdad”: soy mas silvestre que común, y creo que lo principal no es tener un buen cuerpo sino saber usarlo: lo mismo sucede con la cabeza.) Mi sentido del humor ha sobrevivido (y me ha hecho sobrevivir) a los golpes mas diversos. Y me ayuda a seguir creyendo en algunas pocas grandes cosas (la más importante: la posibilidad de amar). En cuanto a lo que busco: solo pido lo que ofrezco, que no es poco... Podría seguir monologando, pero prefiero dialogar. El diálogo es el principio del encuentro, y el encuentro el principio del conocimiento.


Mohina “que dulce y suave tristeza, y que no nos falte nunca, ni siquiera en las horas de alegría”

Es una cita, para empezar. Calis - Viernes, 10-11-2000 Una cita es algo incierto, puede ser un comienzo o un final. Raramente es el encuentro soñado. La tuya me gustó mucho, y aunque no la reconozco (¿de quién es?), me reconozco en ella (en su paradoja) y la comparto... Mi primer impulso fue responder con otra, y busqué en mi memoria -para que no me traicione la biblioteca- algún verso de Pessoa o de Cummings, pero desistí, porque una cita puede ser una pregunta, pero no una respuesta, y no quisiera ocultarme tras ella porque mi curiosidad es demasiado grande para enmascararla: pocas veces se puede decir tanto con tan poco, y esta respuesta parecería querer demostrar lo contrario. Pero es solo el deseo de ver mas allá de esta pantalla pálida lo que me hace llenar de palabras tu silencio. Esos tres puntos con los que propones, o eludís, o aplazás una presentación posible me suenan a asombro. Para saber que hay detrás harían falta muchas citas. No voy a preguntarte nada (al menos hoy): quisiera que empieces por donde quieras. Mi nombre es Calisno. Me gustan la poesía y las personas que disfrutan -y hacen disfrutar- de la poesía (en todas las formas en que acceda a manifestarse).


Mohina Tal vez una cita es un asomo velado, al menos -cuando uno la lee extraída de su contexto original- cobra un sentido quizá inesperado, y así es como me encontré con tu mensaje, imprevisto. Es cierto, la cita me protege del vértigo que me produce este modo insólito de conocer gente, estar escribiéndote me instala en un lugar incierto. La verdad es que me produce una tensión que se debate entre un escepticismo supremo y una sugestiva tentación. Es el primer mensaje que respondo y por suerte no puedo decir por qué, me gustó mucho leerte, y me sorprendiste, me pusiste curiosa. No termino de convencerme de que sea posible circular en este mundo de bytes y llegar a ese rincón de la geografía de alguien anhelado. Creo que los tres puntos de mi descripción son el silencio de todas las palabras por decir, y creo que te escribo con la tal vez ingenua pretensión de atravesar ese abismo. Ah! la cita es de Shakespeare, haciéndola hablar a Lady Macbeth. Mi nombre es Mohina, te doy mi e-mail porque esta página me resulta bastante incómoda, es mohina@interserver.com.ar. Me gustaría conocer alguno de los avatares por los que transcurre tu vida, si tenés ganas de contarme. Mohina Qué momento! cuando me di cuenta que el autor de la cita que te mandé no era el que te dije... resulta que justo estoy haciendo un trabajo y utilizo una cita de Shakespeare, pero la que te envié a vos la firma Saramago, como te dije, este sistema de emails me confunde bastante, al no poder ver lo enviado anteriormente. Bueno, no podía dejar de aclarártelo, y por las dudas que te de curiosidad, te mando la cita que provocó mi confusión, ahí va: “dad palabras al dolor, la pena que no habla cuchichea al corazón demasiado cansado y le invita a romperse” Bueno, adío. Calis - Viernes, 10-11-2000 Mohina: Las citas siempre son a ciegas. Los encuentros siempre son inesperados (y no necesitan tener lugar en la mesa de disección, a pesar de ¿nuestro? querido Lautreamont). Y si bien este mundo virtual no es mejor ni peor que el real, permite encuentros más fortuitos (pero nunca totalmente “casuales”). Permite que las palabras estén antes de las cosas... con la condición de que en algún punto futuro, ellas también se encuentren. (Porque el lenguaje es una casa llena de trampas, de puertas que pueden no conducir a ninguna parte...) No se si será posible –en cualquier mundo- hallar lo anhelado. No porque no haya tesoros ignorados sino porque no hay mapas. La cuestión es ser idealista... y pedir lo posible. Por lo pronto, mi curiosidad no es menor que la tuya (aunque seguramente es más dispersa): ¿qué te hizo entrar a tan vergonzante página? ¿Por qué esa manía (en la que me reconozco tanto, aunque logré –por ahora- parar) de citar? ¿Estudiaste/estudiás alguna carrera humanística? ¿por donde vivís? ¿qué hacés, además de escribir bellamente?... Volviendo a las citas... Es curiosa la “confusión” que tuviste (por no hablar de acto fallido y ponerme insoportablemente psicoanalítico), sobre todo porque la pena tiene en cada una un valor diferente: Shakespeare muestra una desmesurada confianza en el poder de la palabra, mientras que Saramago parece decir que hay pena (y cosas que valen la pena) mas allá de las palabras. Tal vez porque Saramago es nuestro contemporáneo, y sabe que hay cosas (y penas) que no pueden –simplemente- ser dichas... (aquellos que hemos conocido algún dolor intenso lo sabemos... pero también es cierto que se puede guardar una shakesperiana confianza en las palabras que buscan nombrar –y nombrando, evocar- lo ausente) Me contás al pasar que la confusión deriva de un trabajo que estás haciendo... y yo imagino que tal vez nos cruzamos alguna vez en Filosofía y Letras. Pero lo más probable es que no, porque mi paso fue intenso pero fugaz. La carrera se dispersaba, y yo no quería sentir que languidecía por segunda vez, luego de haber completado mi heterogénea licenciatura en Comunicación. Así que nos dejamos –mutuamente y sin reproches- con la fantasía de volver a encontrarnos algún día, más maduros y con expectativas renovadas. Así que decidí que tenía suficiente con un título (dos en realidad, porque también estudie cine en el INCAA), y que ya era tiempo de volver a leer por el puro placer de leer, y dejar de una vez la biblioteca de Babel para salir al mundo (que algunos –borgeanos- llaman La Biblioteca...). Y en eso estoy, hace tiempo. Pero esa es otra historia... Besos Mohina Calis: Empiezo con una confesión: me estoy poniendo nerviosa. Un claro síntoma es haber estado mirando un largo rato la oración anterior, no sin antes haber hecho lo propio con tu nombre. Vaya! Qué complicado se me está haciendo esto... como te decía en el mensaje anterior, no soy hábil en estas cuestiones (¿?). A ver, voy a intentar ser pragmática, y empiezo por responder algunas de tus preguntas. Intento reconciliarme con mi carrera, Psicología, mientras hago malabares para no trocarla por otra, (a veces me pregunto si “debiera” ser otra), me inscribo en materias optativas mientras las curriculares se postergan y amontonan. Me aprietan las ganas de leer por el puro placer de leer, y también la “licenciatura” (¿por puro deber...?). Bueno, en este tema, allí estoy siendo. Una buena, después de muchos años de alquiler, desde enero de este año vivo cerca de Congreso, cumpliendo el sueño del techo propio, le pago a un Banco mi propio alquiler durante los próximos 8 años. Gracias por el piropo a mis controvertidas palabras, pero no les des demasiado crédito, verme en ellas me colapsa, me pone a una distancia sideral de la espontaneidad, quiero decir, cuando escribo me condenso, la impunidad del soliloquio me pierde por infinitos atajos al mismo tiempo que me priva de todos ellos, me estruja. Porque al final de cuentas, no se cómo predicarte, es loco! la misma libertad que me permite imaginarte me aprisiona. Es muy optimista de tu parte preguntarme qué me hizo entrar a esa ruin página, no puedo responderte sin ruborizarme. (¿Si necesito que veas mi sonrisa debo estampar un :), no?). Permitime una pregunta a mí: qué significa “Estoy buscando: cualquier cosa”?... Para terminar con las citas, lo de la ceguera me resultó muy sugestivo. Tal vez porque quiero evitar que las palabras se me instalen “en lugar” de las cosas. Pues entonces, para terminar, otra confesión: ayudame a no caer en la trampa, a arrimar las palabras a las cosas. Mohina Sólo diré que me quedan ganas de seguir desabrigando alguno de tus arcanos cobijos, que hasta aquí el resumen no parece ser todo y sí más incompleto que subjetivo, que mi cabeza reclama aún un guiño de la tuya, esas pocas grandes cosas todavía me cautivan y palpitan. Calis Mohina: No necesitamos hacer un esfuerzo por ser hábiles: es mejor ser como somos, vacilar, equivocarnos, retomar las frases -aun cuando no sepamos por donde, aun cuando no sepamos como-, llevarlas hasta el final. No nos pongamos nerviosos (ni psicoanalíticos, por favor, que tengo un padre psiquiatra y una ex-novia psicóloga... y cuando me pongo a analizar, no hay Dios que me detenga). No por ahora. Dejemos los nervios para un momento más propicio. Mientras tanto, bastan unos cuantos actos fallidos... (si nos animamos a no “deletearlos”) Como verás, la psicología me persigue... y un día de estos me va a atrapar  (acabo de descubrir que mi teclado puede hacer este signito, y lo miro como un chico...). En fin, el problema no es la Psicología sino los psicólogos, las carreras mal armadas, el ensañamiento terapéutico, las escenas primarias -por no hablar de las secundarias y las terciarias-, la experiencia sin sentido y el sentido sin experiencia... Creo que podríamos hablar durante horas (pero, efectivamente, los mails imponen el discursus interruptus, y el orden del monólogo). Aquí solo puedo ser mas críptico que crítico... Siguiendo con las coincidencias (eso que llamamos azar porque ignoramos su secreto orden): Congreso es el lugar al que pienso mudarme cuando se venda el depto que ocupo ahora en Floresta (cuya propiedad -no posesión- comparto con mi hermano). Supongo que tendremos otras afinidades (más o menos electivas), y que irán apareciendo (como una revelación, fotográfica o epifánica) Mejor no imaginar (es difícil no corporizar las palabras, los gestos, pero es mejor no predicar sobre lo que no puede -aun- ser dicho): mejor saber develar lo que se deje develar... Explicitar las intenciones no nos libra de los malos entendidos... Puedo responder cualquier cosa que quieras preguntarme, ser directo o metafórico, sutil o brutal... y aún así no sabré decirlo todo. Suponiendo que quisieras saberlo todo... Besos PD: Elegí la opción busco “cualquier cosa” para no elegir una de las opciones predeterminadas, no porque busque Cualquier Cosa... Tal vez lo que uno quiere encontrar no se busca, solo se encuentra (con mucha suerte): una mujer sensible, inteligente, con capacidad de amar, de asombrarse, de compartir su amor y su asombro... (y que aun crea en las palabras cuando yo desfallezca de incredulidad, y me diga lo que solo otra boca puede decir). Icq Mohina - Sábado, 18/11/2000 18:45 Sin eufemismos. Parece que tenía ganas de encontrarte, y “sin querer” se me escapó una solicitud de autorización. Bueno, sólo quería hacerme cargo... y retomar nuestras “pláticas”, ahora interrumpo el recreo que me tomé y vuelvo a los libros, así el lunes puedo por fin dar por finalizada la cursada de este cuatrimestre. Un beso de Mohina.


Calis - Domingo, 19/11/2000 14:47 Pues llamame cuando termines el recreo.


Mohina - Martes, 21/11/2000 07:29 No se llamarte, ahora tal vez vos sí, ;) 4304-5443


Calis - Jueves, 23/11/2000 20:32 Recibí tu mensajito, número incluido, gracias. Durante la interrupción de nuestra “conversación”, decidí hacer de una vez un viaje postergado, ahora que se dan las condiciones, (entre ellas, que puedo hacerlo...). Parto el 4 a descubrir América (Cuba, Costa Rica, etc), y estoy fuera un mes. Si querés te llamo, y nos vemos antes de la partida, así sabemos si nos espera algo a la vuelta...


Mohina - Viernes, 24/11/2000 18:26 Dale, llamame, (si a pesar de la vorágine del viaje tenés tiempo y ganas...!) a mí me dan ganas de conocerte.


26-11-2000

[BOQUITAS PINTADAS]





Continuará...





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