1 Episodio (Continuará...?)
Piso J Tus puntos de suspensión, los sentí también a la hora de escribir mi mensaje para este perfil ridículo... Me gustan porque me gusta el silencio púdico. Mohina Desasosiego al leerte. Silencio más que impúdico: sugestivamente ensordecedor. Me gustan tus (no) gustares. Mis puntos suspensivos son el abismo de las inefabilidades que aún sueñan ser nombradas, en busca del mohín que le cambie el sentido a la palabra. Piso J Es cierto, gritaba tu silencio. Será que sientes furor en no poder comunicar con el desconocido que te cruzas por la calle porque lo prohíban los códigos de comportamiento locales? Y sin embargo... Un día me dijo una amiga que no alcanzaba con quedarse silencioso para parecer inteligente. Otro aprendí a hablar primero de cosas fútiles para domar los miedos ajenos y llegar a una conversación interesante. En fin de cuenta, nada garantiza que lo que empieza de manera mágica pueda seguir siéndolo. A veces uno tiene que ser abrazado para llegar a dar todo lo que tiene. No entendí tu palabra “mohín”. Me gustaría ver si lo que expresa tu cara se parece a tus palabras. Si tienes un ICQ podemos intentar conversar... Que frase rara. Tendría que haber escrito: eso es mi teléfono: llamame. Miedos contagiosos. Te saludo muy respetuosamente. Mohina Insólita presencia la tuya! Estoy más que sorprendida con este imprevisto encuentro. Lo prohibido no nace en mí de un código local de convenciones, sólo si entendemos local como mi propio vértigo frente a lo desconocido, en este caso, vos. Mi gesto expresa ahora un tímido mohín, un guiño, un gesto que intenta fundar aquella complicidad con la que te presentaste. No podría ahora contarte cuánto me gustó lo del abrazo. Yendo a lo extremadamente cotidiano, me estoy yendo, es decir, dejo este mundo cibernético por un rato para sumergirme en el otro, el que se dice real. No entendí bien lo de llamame... Te doy mi icq: 67xx5951, mi e-mail: mohina@interserver.com.ar Un saludo con mucha huma(urba)nidad
Piso J Mi ICQ 10xx90764 mi mail: pisoj@hotmail.com Gracias por este lindo preámbulo. Nunca dudé del poder de las palabras, aunque muchas veces del poder de la gente para usarlas. Las tuyas dan ganas de conocerte desde siempre. Tengo ganas de despedirme con un abrazo pero un abrazo virtual solo podría servir en caso de despertar el recuerdo de un abrazo real. Y salvo enterarnos más tarde que ya nos conocemos, no lo hubo... Cuidate. Hasta luego. Piso J - Jueves, 28 de diciembre de 2000 20:36 Cuando naciste, alrededor de tu cama toda la gente se reía y vos sola llorabas, intenta vivir de tal manera que a la hora de tu muerte, alrededor de tu cama, toda la gente llore, y vos sola te ríes. Confucius. Saludos Pisoj, o sea Luc Mohina - Viernes, 29 de diciembre de 2000 11:01 No es habitual despertar con la belleza de un dulce recibimiento, y a tus mensajes no les cabe otro color, y el abrazo dado o no, tiene el sabor de haber sido deseado. Creo también profundamente en las palabras, y también en lo implacable que resulta muchas veces no poder usarlas.
Siento ahora ese vacío que provoca lo todo por decir, y lo poco dicho caprichosamente parece a un tiempo desnudarme/te y nublarme/te. Me marea la ilusión de vernos sin habernos visto. Icq Piso J - Viernes, 29 de diciembre de 2000 11:12 P:
Buen día M:
buen día, otra vez me veo sorprendida... P:
por qué? M:
no te esperaba P:
yo sí y mucho porque me encantó tu manera de expresar lo que sentís, pero no te creas obligada de seguir del mismo modo, tal vez podemos bajar el nivel de exigencia... M:
sí, me vendría muy bien. Quise decir que no te esperaba ahorita, estaba leyendo de nuevo tus mensajes, era una no-espera P:
para amenizar un poquito, dónde estás? estás chateando con otras personas en mismo tiempo? M:
Estoy en mi casa, barrio de Montserrat, CF P:
Vecinos... M:
¿¿?? porqué me preguntas si estoy chateando con otras personas? P:
Porque quiero saber el interés que ponés en nuestra “conversación”. A dónde vivís? M:
el interés que pongo es casi exclusivo, solo puede interrumpirme el trabajo. vivo casi en Monserrat, tal vez San Cristóbal, no sé bien P:
De qué trabajás? M:
no es sencillo de contar, pero puedo decirte que somos una pequeña empresita-cooperativa de software, vos? P:
Periodista M:
ajá, y qué más P:
en qué aspecto? M:
en el que puedas o quieras, en buen criollo te estoy pasando la posta... P:
bueno en realidad esto es muy nuevo por mi, no estoy acostumbrado a conocer gente así y hasta podría decir que me cuesta un poco hacerlo... M:
mientras te esperaba esta pensando exactamente en eso, me preguntaba cuan entendido serías en estos avatares, por mi parte, soy extremadamente novata, y creo que nunca podré escaparle a la sensación de ridiculez... P:
Sin embargo me interesa saber quién se esconde detrás de palabras tan bien asociadas, quién se deja emocionar por una frase acerca de la importancia de sentir abrazado, quién puede sentir la misma sensación de ridiculez que yo...
M:
Tenemos la opción de hablar por teléfono y de volvernos más humanos... P:
Y de hablar sin faltas de ortografía... También tenemos la opción de encontrarnos... P:
como dijiste antes, la exigencia es mucha, pero también la necesidad de que las palabras den lugar a los hechos, y que ellos nos traigan nuevas palabras. M:
Las faltas fueron mías? que momento! Podemos encontrarnos, si. P:
No, las faltas fueron mías. A dónde quieres que nos encontremos y cuándo? M:
ayudame, la canción es urgente? P:
perdón, de que canción me estás hablando? M:
era una metáfora, para postergar y aplazar unos instantes tu embestida, cagazo, vio? P:
A qué te dedicás en la empresa por la cual trabajas? Yo no llamaría lo mío embestida, sino invitación... Seguís acá? M:
es verdad, te pedía ayuda para aceptarla lo del laburo lo dejamos para más tarde, si? P:
y bien, me volví fastidiosamente torpe, cuándo te parece que nos veamos tranqui, no te auto flageles, pero permitime insistir un poquitito en cuanto a tu trabajo... y encontrémonos hoy... M:
ok, te lo cuento por la negativa, somos 5, 3 programadores, 1 administrativo y yo: mantenimiento del software, capacitación, relaciones públicas, y miles de etc. Me gusta mucho lo que hago, pero mi corazón está en otro lado. Hoy: me encantaría, sólo que tengo un pequeño ratito, qué te parece? P:
A qué hora y donde? A dónde está tu corazón? M:
en la cabeza, ;) P:
explicame M:
Te propongo algo, en un rato nos estamos yendo a almorzar, brindis, etc., no sé todavía a qué hora me desocupo, depende del estado en el que nos encuentre la digestión y el regreso a la oficina y el reclamo de los clientes en el contestador. A las 8 tengo que ir a la casa de una amiga que milagrosamente mañana se casa y requiere de mi compañía. Podríamos encontrarnos alrededor de las 6, por el barrio P:
sea más precisa y decime cómo nos reconocemos M:
ufa, me estás haciendo trabajar mucho. conocés Boquitas Pintadas? EeUu y San José, nos reconocemos porque tenemos ganas de encontrarnos, pero si querés te cuento, no más de lo que dice ese insólito perfil de Terra: 167 cm, pelo y ojos castaños, delgada y no creyente (esto debe estar estampado en mi rostro) P:
a las seis en Boquitas Pintadas. tienes un celular? M:
sí, 4497-0xx3 ahora decime algo de vos, como para empatar P:
alto, atlético, pelo corto, ojos verdes, y celular 56 x1 x2 19. Sos linda? M:
¿¿?? a quién se lo preguntas? no sé cómo responderte, soy más silvestre que común. Si te devuelvo la pregunta, que me dirías? P:
Que lo mío espera, vuelvo... que lo mío se puede definir como una mezcla de plásticamente aceptable y algo interesante. Pero basta, solo sabremos viéndonos, te tengo que dejar porque llegaron unos amigos te llamo después al celular ok? M:
ok, un beso P:
Gracias por tu entusiasmo.
Siento impaciencia de conocerte...
Y ningún miedo.
Hasta pronto.
Continuará...?
Autora: Iliana Prieto
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